martes, 9 de noviembre de 2010

LA COLONIZACION

Cuando los conquistadores entraron en la antigua Tenochtitlán quedaron tan asombrados que creyeron estar viendo visiones. En medio de una laguna se había construido una ciudad mayor que cualquier otro contemporáneo en Europa, enormes templos se levantaban en el agua como un gran espejismo.
Moctezuma el gobernante mexica tenía millones de súbditos  a su servicio y de sus vastos dominios llegaban los productos más variados al gran mercado de tlatelolco quizás el más grande del mundo en su época.
En el territorio de Mesoamérica vivía muchos pueblos con diferentes lenguas y costumbres distintas: mayas, zapotecos, mixtecos, huasteco etc.
Los pueblos indígena crearon una sociedad original que logro grandes avances en la medicina las matemáticas la ingeniería las artes y la astronomía.
La colonización española de América fue parte de un proceso histórico más amplio, denominado posteriormente colonialismo, mediante el cual diversas potencias europeas se lanzaron a explorar regiones desconocidas para ellos que no figuraban en ninguna cartografía; descubriendo tierras y pueblos que cambiarían su visión del mundo y que tuvo lugar entre los siglos XVI y XXE.

El México azteca y el colonial:

La fundación de Tenochtitlan tuvo lugar hacia 1325 por los aztecas de la familia náhuatl, que, procedentes del norte, llegaron en busca de mejores climas y más fáciles medios de vida. Según la leyenda, el emplazamiento estuvo determinado por el hallazgo de un águila en lucha con una serpiente sobre un nopal, imagen que ha pasado a formar parte de las armas nacionales. Otras ciudades existían en la región, pero ninguna era tan importante y bella como Tenochtitlan. Bernal Díaz del Castillo describió sus canales y sus grandes edificios. La isla sobre la que se encontraba la ciudad se comunicaba con tierra firme por tres calzadas que todavía subsisten, convertidas en calles o caminos: la meridional a Ixtapalapa, por donde entraron los españoles; la occidental a Tlacopan, por donde tuvo lugar la retirada de Cortés; la septentrional, actual calzada a Guadalupe, que llevaba hasta Tepeyac. Las calzadas se interrumpían por canales, salvados mediante puentes levadizos, y estaban orladas por verdaderos jardines, flotantes, de los que son los últimos representantes las Chinampas de Xochimilco.
La ciudad era, según las descripciones de los contemporáneos, una de las mayores y más bellas de la época. En el momento de la Conquista se calcula que en lo que hoy es el Distrito Federal vivían de 570.000 a 600.000 personas. 

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